Cada año se conmemora el Día Mundial del Riñón en el segundo jueves de marzo, fecha para hacer conciencia sobre la importancia de este órgano y sus funciones, con el objetivo de prevenir las enfermedades renales que afectan a la población.
Recordemos que los riñones son los encargados de filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Pero cuando estos pierden la capacidad de filtración, pueden acumularse niveles nocivos de deshechos y provocar un desequilibrio en la composición química de la sangre.
Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer Enfermedad Renal Crónica son: la diabetes, la presión arterial alta, las enfermedades del corazón, el tabaquismo y la obesidad. Dependiendo de la causa, algunos tipos de enfermedad de los riñones pueden ser tratados. La Enfermedad Renal Crónica no tiene cura, pero en general, el tratamiento consiste en medidas para ayudar a controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad.
Estas enfermedades prevalecen y desafortunadamente, proliferan en nuestro país. Sabemos que la diabetes ha sido catalogada como un problema grave para el sistema de salud mexicano debido a la gran carga económica en la que incurren los pacientes e instituciones. Aproximadamente, 1 de cada 6 personas la padecen, sumando casi 14 millones de afectados y la Federación internacional de la Diabetes pronostica que para 2045 este número podría incrementarse un 24%.
Hoy en día 6.2 millones de mexicanos con diabetes tienen insuficiencia renal en sus distintas etapas; La ERC no se produce de un día para otro, como su nombre lo indica, se incrementa de manera gradual. La mayoría de las personas en los primeros estados de la enfermedad no presentan síntomas, así que es posible que ni siquiera sepan que la padecen.
Esta enfermedad genera una acumulación de desechos en la sangre. Incluso, podrían desencadenarse otros factores de riesgo y altamente relacionados con condiciones de mortalidad en pacientes con diabetes, como la presión arterial alta, un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia) y/o debilidad ósea por una alteración en el metabolismo mineral (que puede corregirse en pacientes con diálisis con un agente regulador de la hormona paratiroidea).
“La ERC evoluciona debido a que los riñones dañados no pueden filtrar la sangre lo suficiente, y no pueden hacer sus funciones correctamente, cuestión que agrava la condición del paciente poco a poco. La anemia es uno de los problemas más frecuentes en pacientes con ERC, ya que estos órganos son los responsables de producir una hormona llamada eritropoyetina (EPO), misma que indica al cuerpo que produzca glóbulos rojos, y al estar mermados estos órganos, no pueden producir suficiente EPO; Cuestión que reduce la cantidad de glóbulos rojos causando anemia”
En la anemia por ERC, el tratamiento consiste principalmente en terapia suplementaria de hierro y factores estimulantes de la eritropoyesis, que ayudan a que el cuerpo produzca glóbulos rojos al estimular su formación por el mismo mecanismo por el cual la eritropoyetina lo hace en el cuerpo.
Si la enfermedad continúa empeorando, los riñones se vuelven incapaces de realizar sus funciones más básicas y podría ser necesario un tratamiento basado en diálisis o efectuar un trasplante. A esto se le conoce como enfermedad Renal Terminal o ERT; Es por esto por lo que la buena alimentación, una rutina saludable y acudir al médico son cuestiones claves para evitarla. En Amgen, nuestra misión es servir a los pacientes por ello continuamos trabajando para desarrollar más opciones a enfermedades graves que ayuden a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La enfermedad renal crónica representa un problema de salud pública que requiere la integración y articulación de todas las instituciones sanitarias, a través de un modelo de atención que incluya las intervenciones de prevención y de promoción de la salud.